Basándonos en el hábito de crecimiento podemos hacer una clasificación de las variedades de jitomate, entre aquellas que presentan hábito determinado y las que son de hábito indeterminado; cada una de las cuales presenta sus respectivas ventajas.
Las variedades de crecimiento indeterminado presentan lo que se llama concomitancia, que no es más que crecimiento vegetativo y desarrollo reproductivo al mismo tiempo, lo que quiere decir que la planta siguen creciendo (teniendo más hojas y alargando su tallo) al mismo tiempo que los frutos se desarrollan.
Este tipo de variedades son las que se recomienda utilizar en invernaderos, especialmente en sistemas hidropónicos intensivos, debido a que se puede tener producción a lo largo de todo el año; aunque hay que tener cuidado que el desarrollo de las hojas no compita por nutrientres con el crecimiento de los frutos.
Por su parte, las variedades de crecimiento determinado presentan una forma de arbusto pequeño dado que el crecimiento de la planta es limitado; es decir, después de cierta cantidad de hojas y racimos florales producidos la planta deja de crecer y destina todos los nutrientes que absorbe para el desarrollo de los frutos.
La ventaja principal de estas variedades es que el periodo de cosecha se concentra en un margen estrecho de tiempo, por lo que son ideales para mercados en los que solo durante periodos cortos de tiempo el precio del jitomate esta muy alto; de lo contrario no es una opción muy redituable.
Para decidir que tipo de variedad utilizar, si de crecimiento determinado o de crecimiento indeterminado, es necesario realizar un estudio previo de las características del mercado donde se piensa comercializar el producto, principalmente; aunque también se deben considerar otros aspectos como el tipo de invernadero, la posibilidad de producir o no durante todo el año, etc.
Visto en El tomate rojo: sistema hidropónico | Imágenes de Olmo Axayacatl
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