La lechuga es un cultivo relativamente sencillo porque debido a su corto ciclo de desarrollo se puede obtener de manera muy rápida, de modo que no es mucho el tiempo que las plantas están expuestas al ataque de patógenos; sin embargo, para obtener una buena cosecha hay que brindarle las condiciones óptimas, tanto de temperatura como de humedad relativa.
Respecto a las temperaturas hay varios valores que son importantes, los cuales dependen de la etapa fenológica en la que se encuentre el cultivo; de esta manera tenemos que la temperatura óptima de germinación debe estar entre los 18 y 20 ºC.
Para la fase de crecimiento el rango de temperatura óptima va de los 14 a los 18 ºC por el día, mientras que por la noche el rango es 5 a 8 ºC. Como puedes notar debe existir una marcada diferencia de temperaturas entre el día y la noche para que la lechuga se desarrolle de manera adecuada.
Para lograr un buen acogollado la temperatura diurna debe mantenerse alrededor de los 12 ºC y por la noche entre 3 y 5 ºC. Todas estas temperaturas mencionadas son los óptimos recomendados, los cuales se deben tratar de brindar el mayor tiempo posible al cultivo de lechuga.
Hablando de temperaturas máximas y mínimas la lechuga es un cultivo tolerante, ya que soporta hasta los -6 ºC, por lo cual rara vez requiere calefacción; en el límite superior soporta 30 ºC; superados estos rangos la lechuga detiene por completo su desarrollo y puede llegar a morir, sobre todo con las temperaturas bajas.
Respecto a la humedad relativa la lechuga si es bastante delicada, pues es una planta muy sensible a la falta de humedad en el ambiente, la cual se debe tratar de mantener entre 60 y 80 por ciento.
Visto en Presentaciones Equipo Agribot | Imágenes de Aurelio Bastida
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