A estas alturas seguramente ya habrás escuchado que los productores de jitomate de Florida demandaron a los productores mexicanos por prácticas de dumping, lo que implica que estos últimos están bajando sus precios lo suficiente para sacar del mercado a los primeros y así poder entrar a los mercados estadounidenses. Después de varios meses la situación sigue dando de que hablar.
Fue en septiembre del año pasado cuando el Departamento de Comercio de Estados Unidos terminó el acuerdo comercial sobre jitomate con nuestro país, el cual databa de 1996, pues Florida Tomato Exchange interpuso una queja donde alegaba que los productores mexicanos realizaban prácticas ilegales para ser competitivos.
Después de muchas negociaciones la Subsecretaría de Comercio Internacional de Estados Unidos estableció un precio mínimo de referencia para el jitomate mexicano, con lo cual se estableció un nuevo acuerdo comercial que entró en vigor en marzo pasado. Sin embargo, los productores de Florida siguen estando en desacuerdo con el acuerdo tomado.
Florida Tomato Exchange, en voz de su presidente, Tony DiMare, menciona que continuarán su lucha en contra de lo que consideran prácticas desleales de dumping por parte de los productores mexicanos; Martín Ley, vocero de estos últimos opina que el problema es que la calidad y el sabor del jitomate mexicano es mejor, además de que los productores de Florida no han mejorado lo suficiente.
Florida es la segunda industria de jitomate más grande de Estados Unidos, solo detrás de California, entre ambas producen dos terceras partes del total nacional; aunque Florida tiene ventaja sobre otros estados del mismo país dado que sus jitomates salen antes al mercado, el problema para ellos es que la producción mexicana bajo invernaderos puede competir prácticamente todo el año con ellos.
La situación para Florida está llegando a niveles críticos. Antes de 1994 y el Tratado de Libre Comercio habían en dicha región un aproximado de 250 productores de jitomate, ahora solo quedan 75. Personalmente pienso que el problema es que la Florida no está innovando, no ha buscado alternativas para que su producción domine, sino que al no poder contener la producción mexicana han recurrido a medios legales antes que técnicos y de marketing.
En esta lucha, y mientras no mejoren considerablemente, los productores estadounidenses llevan las de perder, en primera porque la mano de obra es más barata en México, lo cual implica una reducción importante en los costos de producción. Además el clima es más favorable en nuestro país, lo que comparado con el país del norte repercute en poder producir prácticamente todo el año obteniendo una calidad promedio muy aceptable.
Visto en 2000 Agro | Imágenes de Aurelio Bastida
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