Los invernaderos son estructuras de protección de cultivos de porte relativamente pequeño, tales como hortalizas, aromáticas, medicinales y algunas frutas como la fresa; sin embargo, los cultivos de porte alto como los frutales siempre han quedado fuera ya que dadas las dimensiones de los árboles no luce como algo rentable introducirlos en invernaderos.
Sin embargo, un grupo de investigadores españoles están reconvirtiendo invernaderos abandonados o en malas condiciones para plantar en ellos mangos, obteniendo hasta ahora un incremento de diez por ciento en la producción en comparación con los mangos plantados que no cuentan con ninguna estructura de protección.
La investigación comenzó en la finca experimental perteneciente a Caja Rural, "La Nacla-Puntalón", que se ubica en Motril, Granada. Según explica Ignacio Escobar, ingeniero técnico parte del proyecto, el cultivo de mago en invernaderos no implica inversiones económicas fuertes porque prácticamente no se requieren adaptaciones de las estructuras.
En la finca se sembraron mangos en un invernadero en desuso hace cinco años y aunque aún no alcanzan su punto máximo de producción ya ofrecen un rendimiento de 25 toneladas por hectárea, además de que bajo invernadero comienzan a producir un año antes que a cielo abierto, lo cual implica una gran ventaja productiva.
El mango bajo invernadero también presenta mejor calidad porque se evitan los vientos fuertes y las lluvias, factores climáticos que maltratan bastante la fruta. Así mismo dentro de los invernaderos es posible controlar la temperatura ambiental lo que le brinda a los productores hasta cinco meses de producción en lugar de los tres que presentan los árboles en campo.
Enlace: Granada Hoy
Imágenes: Mark Yang y Charles Rondeau
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