A excepción de algunas plantas, entre ellas varias leguminosas, las plantas agrícolas no pueden fijar directamente el nitrógeno del aire por lo que este debe ser suministrado directamente a las raíces en forma de fertilizantes nitrogenados, lo que eleva el costo de producción de los productos agrícolas ya que estos fertilizantes suelen tener precios elevados.
Sin embargo, a través de una investigación realizada en la Universidad de Nottingham (Reino Unido) se ha desarrollado una tecnología que permite que cualquier planta agrícola fije el nitrógeno del ambiente, lo que implicaría una disminución en la dependencia de los fertilizantes sintéticos de nitrógeno y por ende menor gasto para los productores.
El nitrógeno es fundamental para el desarrollo y crecimiento de las plantas, las cuales lo convierten en amoniaco y otros compuestos. Solo algunos cultivos como los guisantes (arvejas), los frijoles (alubias) y las lentejas pueden fijar nitrógeno de la atmósfera gracias a la ayuda de bacterias fijadoras de nitrógeno, ubicadas en sus raíces.
Edward Cocking, profesor responsable de la investigación y director del Centro para la Fijación del Nitrógeno de la Universidad de Nottingham, desarrolló junto con su equipo de investigadores un procedimiento para colocar bacterias fijadoras de nitrógeno en las células radicales, lo que fue posible gracias al descubrimiento de una nueva cepa.
Cocking encontró en un cultivo de caña de azúcar una cepa de bacterias capaz de colonizar de manera eficiente los espacios intracelulares de las principales plantas agrícolas, la cual tendría enormes repercusiones en la agricultura y el uso de fertilizantes, que al final de cuentas representan una fuente de contaminación ambiental importante.
Enlace: Nottingham
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