En Japón es una tradición regalar frutas, mientras más perfectas sean estas más costosas son, lo que indica mayor estima por la persona a la cual se le está regalando. Pero no estamos hablando de cualquier fruta, ya que aquellas que presentan características perfectas cuestan tanto como alguna joya.
Llegan a ser tan caras que las frutas se venden por unidades y las encuentras dentro de los grandes centros comerciales de Tokio. Los turistas muchas veces se quedan asombrados cuando piensan que entran a una joyería cuando darse cuenta de que realmente son "fruterías de prestigio". Todo un lujo.
¿De cuánto estamos hablando? Un ejemplo para entender la magnitud de este negocio. Apenas en julio pasado un racimo de uvas Ruby Roman, originarias de la prefectura de Ishikawa, alcanzó la exorbitante cantidad de 400,000 yenes, lo que indica al cambio aproximadamente 4,000 dólares.
Ese podría ser un precio "normalito" si lo comparamos con los 1.6 millones de yenes (16,000 dólares) que se pagaron por dos melones perfectos procedientes de la región de Hokkaido, en una subasta organizada anualmente. Aún en tiempos de crisis los japoneses no escatiman a la hora de hacer pequeños presentes.
Las frutas son envueltas en muselina blanca u otro tipo de protección, tienen que ser perfectas en todo sentido, desde el color hasta la forma; si son en racimos, como las uvas, todas las frutas deben ser perfectas; si se venden en grupos, como las cerezas, todas deben estar perfectamente alineadas en cajas plásticas.
Yoshinobu Ishiyama, quien es gerente de la frutería Sun Fruits, ubicada en el centro de Tokio, dice: “Queremos productos excepcionales y sobre todo de sabor delicioso”, continua: “La mayoría de nuestros clientes compran frutas para regalar; por eso buscamos los mejores productos en todo Japón”.
A pesar de la crisis los japoneses siguen comprando frutas para regalar, por lo que las tiendas también ofrecen productos más "accesibles". Por ejemplo, el racimo de uvas Ruby Roman está a 31,500 yenes (315 dólares) y el melón catalooup, completamente esférico, a 15,700 yenes (157 dólares) por unidad.
Si el "afecto" que se tiene por la persona no es tanto (o el dinero escasea, en otras palabras) hay uvas moscatel de Alejandría a 7,350 yenes (73 dólares) el racimo. Si no ha llegado la quincena tampoco es pretexto porque hay melocotón blanco a 2,625 yenes (26 dólares), con lo cual se puede "salir al paso".
Al ser occidentales este tipo de cosas nos parecerán una exageración, pues de hecho me parece una locura que una fruta alcance tanto valor, lo respeto claro, porque son sus costumbres. Si lo vemos de otro modo habría que estar enviando frutas perfectas para vender a Japón, ya que por lo visto sería un buen negocio.
Pero me persiste la duda sobre si los productores ganan tanto con sus frutas perfectas o se las compran al mismo precio que las demás y son los intermediarios quienes ganan tanto dinero. Eso si, debo recalcar que en Japón la comida es barata pero la fruta es muy cara, según explica Gato Nipón, de quien he tomado algunas fotos, pero puedes ver muchas más sobre Japón en su blog.
Enlace: 2000 Agro
Imágenes: Diario ADN y Un Gato Nipón
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