El calentamiento global es un fenómeno que está ocurriendo justo ahora, mientras algunos todavía creen que es una invención de los gobiernos del mundo. Es un cambio que el planeta presenta de forma cíclica aunque en esta época no podemos negar que como humanidad hemos sido causantes del desequilibrio ambiental. Ahora los fenómenos meteorológicos son más azarosos que nunca y su magnitud es mucha mayor.
Ante la problemática se han tomado algunas medidas para disminuir en la medida de lo posible el impacto humano sobre el equilibrio del planeta. Todas estás medidas las clasifico dentro de la categoría de "ligeras", por su efecto bastante limitado. Será hasta que se tomen medidas a nivel mundial cuando quizá se pueda impactar. Y hablando de impacto, curiosamente podemos hablar de los invernaderos de Almería.
Los invernaderos de Almería se visualizan desde el espacio como una gran mancha blanca. Se trata de la mayor superficie bajo invernaderos en todo el mundo y constituye una de las zonas agrícolas más importantes de toda Europa. Pero además de todo, estas estructuras están ayudando a combatir el cambio climático y al parecer son bastante eficientes.
Esta es la conclusión de un estudio realizado por parte del grupo de investigación Campus de Excelencia Internacional Agroalimentario, conformado por científicos de varias nacionalidades. La investigación ha sido publicada en la revista Environmental Sciencia & Technology y a grandes rasgos menciona que los invernaderos almerienses están contrarrestando el calentamiento global al reflejar la luz solar.
Cuando los rayos del sol inciden sobre cubiertas de color blanco una gran cantidad de ellos se reflejan de nuevo a la atmósfera, un efecto que Pablo Campra nombro como efecto albedo en 2008, cuando descubrió el fenómeno. Para determinar la magnitud de este efecto se realizó una simulación mediante un complejo modelo físico-informático.
Los resultados indican que los invernaderos de Almería propician la reducción de las temperaturas máximas del verano en un rango que va de 0.4 a 1.3 grados Celsius. Además los invernaderos han propiciado una disminución de la temperatura promedio en un valor de 0.3 grados Celsius por década durante los últimos treinta años, cuando el promedio del sur de España aumenta en 0.4 grados Celsius por década.
La investigación requirió de mucho poder de procesamiento, para lo cual se tuvo el apoyo de la Universidad de California Berkeley, que puso a disposición de las investigación las supercomputadoras del Lawrence Berkeley National Laboratory. Los resultados obtenidos han llamado la atención del Departamento de Energía de Estados Unidos, quienes también apoyaron la investigación.
Imágenes: CEIA y Google Maps
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