Después de tantos años y aún sin existir fundamentos sólidos se sigue atacando a los transgénicos, como si fuesen los culpables de todos los problemas que tienen que ver con la producción de alimentos. ¿Los orgánicos son la salvación? Tampoco es que ataque a los orgánicos, sino más bien a los productores que están detrás de ellos, quienes también aplican algunos fertilizantes para mejorar sus cosechas.
No hay ningún alimento que sea completamente seguro porque no existen a nivel mundial sistemas de trazabilidad de alimentos en los que realmente se pueda confiar. Es verdad que hay algunos países que tienen manera de cuidar a detalle la producción de alimentos, pero son realmente pocos porque en la mayoría de naciones no existen los organismos ni la infraestructura necesaria para hacer eso.
También es verdad que existen muchas certificaciones, tanto a nivel países como a nivel internacional, con las cuales supuestamente se garantiza la inocuidad de determinado producto. Sin embargo, un simple papel o sello no es una garantía real porque esas cosas son negociables; si, hay países donde hacer eso es muy complicado y arriesgado, pero hay países donde todo tiene un precio, como México por ejemplo.
Así que, ¿realmente sabes que es lo que estás comiendo? No, no lo sabes, por más que digan que es un producto transgénico o uno orgánico, no sabes con certeza con que tipo de agua se regó el cultivo, o que fertilizantes o precursores del desarrollo se aplicaron, mucho menos que plaguicidas. Porque una cosa es lo que te pueden decir y otra cosa es la realidad, que difícilmente conocerás.
¿Qué hacer ante esta situación? No importa donde compres los productos, siempre desinféctalos y lávalos a conciencia. Más allá de eso no puedes hacer más que confiar en las certificaciones y sellos de calidad e inocuidad, pues aunque no me fío por completo de eso si creo que hay más porcentaje de seguridad que al consumir productos sin ningún tipo de aprobación.
Imágenes: Aurelio Bastida Tapia
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