Es probable que dentro de poco tiempo Bután sea el primer país del mundo donde la totalidad de la agricultura será orgánica. Las particularidades de este país permitirán que esto sea posible, por lo que se vuelve un caso de estudio interesante, aunque difícil de emular en otros países.
Para entender un poco el contexto de este país debo mencionar que fue el primero en prohibir la venta de cigarrillos así como su consumo público. También es importante mencionar que su medida de progreso es un indicador conocido como Felicidad Nacional Bruta. Con estos dos datos se entiende que es un país distinto a todos en muchos sentidos.
Bután basa su economía en la agricultura, a la que se dedica el 90% de la población. La transición de su agricultura a la producción orgánica es en cierto modo sencilla porque la gran mayoría de productores siempre han sido del tipo ecológicos. Los agricultores de este país utilizan métodos de cultivo tradicionales que son ambientalmente sostenibles.
El programa nacional de producción orgánica no es algo que se les haya ocurrido hoy mismo. Desde 2007 están trabajando en la capacitación de productores para enseñarles técnicas que les permitan producir más pero siempre bajo los lineamientos de la agricultura orgánica. Al día de hoy Bután está bastante cerca de tener una agricultura 100% orgánica.
Según el Ministerio de Agricultura, el objetivo del programa de agricultura orgánica es lograr que el país sea autosuficiente, algo que probablemente logren. ¿Por qué esto no se puede emular fácilmente en otros países? Hay muchos factores que indican que estamos ante un caso excepcional. Llevar a cabo la misma idea en otros países no daría los mismos resultados.
Primero, Bután es un país con poca población (poco más de 700,000 habitantes. Segundo, el clima frío mantiene a raya a muchas plagas y enfermedades agrícolas. Tercero, al ser un país motañoso no tienen espacio para realizar agricultura extensiva. Conclusión: cada país debe buscar su autosuficiencia alimentaria en dependencia de sus propias condiciones.
Qué maravilla de país. De verdad sí que me gustaría vivir en ese lugar. Ahora mismo estoy "batallando" con el humo de segunda mano... quisiera estar en un lugar donde no se vendieran cigarrillos, que tanto daño hace a nuestro planeta y a las persona...
ResponderEliminarAsí es Karla, es una maravilla de país. En gran medida se debe a su pequeño tamaño, lo que permite implementar cuestiones como esta. Un saludo.
Eliminar