La estructura o armazón constituye uno de los elementos principales de un invernadero, ya que es donde van soportadas la mayoría de las demás partes. Las estructuras se clasifican en dos grandes grupos: estructuras rígidas y estructuras aerodinámicas.
Las estructuras rígidas son diseñadas en base a líneas rectas lo que provoca que el invernadero presenta una mayor resistencia a las corrientes de aire. A su vez las estructuras aerodinámicas presentan techos y paredes curveadas lo que les permite desalojar de mejor manera los vientos que inciden sobre ellos.
La estructura se construye generalmente con postes de soporte que son llamados puntales, columnas o pilares; y son estás piezas las que reciben la mayoría de la carga que representan la cubierta y los aparatos de mecanización o automatización.
Además se debe calcular la sobrecarga que crearán los factores ambientales sobre la estructura, como los vientos y precipitaciones, a fin de que se esté seguro que las columnas aguantarán y el invernadero no colapsará.
Otros elementos de importancia aparte de los puntales son las piezas que sostienen la cubierta, las cuales por lo general tienen forma de arco en invernaderos de líneas curvas o de triángulos en aquellos de líneas rectas, aunque no siempre es así.
Estas piezas se unen por la parte superior con otras conocidas como largueros o correas, los cuales pueden ser del mismo material que los puntales o de uno más ligero o de menor grosor. Hay que tener bastante cuidado de que los largueros no presenten aristas pues estas podrían cortar el plástico, y habría que sustituirlo por uno nuevo.
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