Se estima que actualmente solo el 2% de la manzana que se consume en Estados Unidos se hace en forma troceada. Esto es así porque la manzana es una fruta que se oxida muy rápido. Basta partir una por la mitad para que en poco tiempo aparezca una coloración marrona, causada por la polifenol oxidasa (PPO). Inhibir la PPO fue el objetivo de Neil Carter, un ingeniero agrónomo que fundó la empresa Okanagan Specialty Fruits. La empresa, de apenas 7 empleados, requirió de 18 años y unos 10 millones de dólares para lograr la variedad Artic de manzanas. Actualmente la variedad acaba de ser aprobada por la FDA para su comercialización. Ahora bien, 10 millones de dólares son toda una ganga en lo que se refiere a modificar genéticamente una planta. De hecho, se estima que crear y comercializar una variedad genéticamente modificada requiere un promedio de 130 millones de dólares. Es por ello que solo las grandes empresas suelen hacerlo. Y el gigante en esto es Monsanto, que es dueña de
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